La democracia radical. Orígenes de Podemos. Entrevista con Antxón Sarasqueta (2)

Periodista, escritor, investigador, y consultor, Antxón Sarasqueta es desde 1992 presidente fundador de la consultora de nuevos modelos y sistemas de información, Multimedia Capital. Desde 2003 es miembro del Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Comisión de Convergencia Europea (Espacio Europeo de Educación Superior -EEES). Es miembro del Consejo Editorial de Nueva Revista de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), y de órganos directivos de instituciones de política internacional, como la Fundación de Política Exterior (INCIPE), la Asociación Atlántica, y la fundación The New Atlantic Initiative (Washington). Es miembro de la Association for Computing Machinery (Nueva York). Durante quince años ha sido miembro de la Comisión Trilateral, fundada por David Rockefeller. Ver su blog Antxón Sarasqueta.

Ver la primera parte de la entrevista con Antxón Sarasqueta

 

JMM – Me impresiona la capacidad de adaptación y el espíritu de innovación de varias generaciones de españoles que han vivido cambios de dimensiones inimaginables.

 

AS – Tienes razón, porque en sí mismo el cambio es impresionante. Pero es un cambio a nivel global. Ha sido el salto de la sociedad industrial a la sociedad de la información, y eso es lo que hace que la información adquiera un valor superior, no solo tecnológico, sino analítico, que es lo más importante. Uno de los datos que ilustra este cambio en términos prácticos es la demanda entre las nuevas profesiones de analistas de información. ¿Por qué? Porque a mayor masa de información y por tanto a mayor complejidad, más valor e importancia tiene saber analizarla certeramente la información. El analista de información se ha convertido en una de las profesiones más solicitadas en todos los campos y a nivel mundial.

Cuando coincidí durante un evento con el Premio Nobel en física, Murray Gell-Mann, en el Centro de Astrobiología de Madrid, me llamó la atención el seguimiento y las preguntas que hacía en cada área y departamento de la investigación que visitábamos los asistentes, y le pregunté por qué. Su respuesta fue inmediata: “Por el valor de la información que proporcionan estas investigaciones”.

Cuando años después visitó Madrid y dio una conferencia otro Premio Nobel por ser uno de los descubridores del ADN, James Watson, dijo que “lo importante es quién analiza la información y qué uso se hace de ella”. Y ha sido el físico español, Alberto Galindo, quien en su discurso de entrada en la Real Academia Nacional de Medicina de España, hacía la pregunta básica de “¿qué entendemos por información?”, tras constatar que “nunca antes estuvo el hombre tan dominado por la información como hasta ahora”.

Cuento esto porque los cambios inimaginables a los que te refieres, todos están relacionados con una nueva dimensión de la información, que se materializa en todos los cambios sociales, científicos, empresariales y de cualquier actividad.

JMM – Por eso, cuando los jóvenes profesionales (es decir, que se toman la juventud como una profesión) se atribuyen lo nuevo en monopolio, me parece una idea un poco ridícula, como de niños mimados.

AS – Si me permites, no es solo una idea ridícula, sino maligna. Por lo que implica de subversión de valores. El ser joven o mayor no es un valor, es una condición generacional. Como lo es la naturaleza de ser mujer u hombre. Lo que tiene un valor superior es la persona como tal, como ser humano. Pero así se va configurando un nuevo modelo de sociedad en la que desaparecen los valores en que se fundamenta un ser humano. ¿Por qué hoy se habla de una crisis de valores? No sólo porque existe, sino porque estamos sufriendo sus nefastas consecuencias, como es el resurgimiento de todas las formas de totalitarismo, de lo que son un exponente los movimientos populistas de extrema izquierda y extrema derecha.

De ahí la importancia de defender la libertad como bien supremo porque es lo que estructura una sociedad de valores. Lo importante no es el proceso generacional donde te encuentres, ni el sexo que tengas, lo importante es la libertad del individuo. Por eso una democracia se mide por el grado de libertad individual de las personas.

JMM – Tú siempre has visto España como un proyecto moderno.

AS – Y hoy sigo creyendo que es su principal desafío como nación y sociedad, precisamente porque no ha evolucionado, sino al contrario. Desde 2004 España ha estado dominada por las fuerzas de la involución. Y la mayoría absoluta del Gobierno del PP no ha sabido dar la vuelta.

Por eso publiqué las obras El desafío español (1996), y más tarde Una visión global de la globalización (2003), porque en nuestro tiempo la modernización está en adquirir y actuar con una visión global. Ese es el desafío. Y tener una visión global supone pasar de un pensamiento lineal a otro de conjunto, que esto es lo que significa la nueva dimensión global. El pensamiento lineal hace de la parte su principal valor, y por el contrario el pensamiento global hace del conjunto su valor principal.

Voy a poner dos ejemplos prácticos actuales y diferentes. En el terreno político el caso en el que ha derivado España es un ejemplo típico y demostrativo: España es más en términos de valor si el conjunto de sus partes fortalecen la nación, y pierden valor tanto España y cada una de sus autonomías con proyectos separatistas y rupturistas como el de Cataluña.

El caso opuesto es el de las principales Universidades estadounidenses (MIT, Harvard, Princeton, Yale, Berkeley…). Ya no se limitan a ser las mejores en el ránking, han creado además una red mundial de cursos y programas gratuitos y de gran calidad, consiguiendo así atraer a los jóvenes más inteligentes de cualquier rincón del mundo en todas las especialidades, con independencia de su capacidad económica o país de origen. Esto es tener una visión global, haciendo del conjunto tu principal valor.

A esto me refiero cuando hablo de modernización y del desafío que tiene España, aunque su curso en los últimos años no haya sido de modernización, sino de involución en todo. Como país y sociedad hemos ido para atrás.

JMM – Te especializaste pronto en la comunicación, algo nuevo por entonces. Y has teorizado sobre la información. Hoy en día, ¿piensas que la comunicación se ha ido de las manos? A veces parece que todo se ha convertido en un espectáculo y que la imagen o la apariencia lo es todo. Se podría pensar que los dircom son las personas más importantes del mundo. Y en cuanto a la comunicación, que crees que plantea más retos: la innovación tecnológica, el ciclo de noticias 24/7, la fragmentación de la audiencia…

AS – He dedicado cuatro décadas a investigar la información y la comunicación por dentro, y en 1992 fundé mi propia consultoría especializada en el análisis de la información, en proyectos y nuevos modelos de comunicación que seguimos aplicando en todos los campos.

Creamos el proyecto Aldea Digital que fue implantado por el Ministerio de Educación en 2.500 escuelas rurales con el apoyo, entre otros, de Microsoft y Telefónica. Creamos el sistema y MODELO VAC ® (acrónimo de valor añadido de comunicación), y lo presenté en 1998 en un curso organizado por Iberdrola en la Universidad Complutense ante 150 directivos empresariales e ingenieros. Está publicado como libro VAC, El Valor Añadido de Comunicación. Porque para analizar la información hay que poder medir los impactos de información de forma científica y técnica, y eso requiere desarrollar sistemas matemáticos y fiables.

En estos 24 años desde que fundé la consultora Multimedia Capital hasta hoy, he vivido la experiencia de crear y desarrollar con los equipos de colaboradores que he tenido (economistas, físicos, tecnólogos, sociólogos…) estudios, proyectos y programas de formación para multinacionales, entidades financieras, gobiernos, partidos políticos, medios de comunicación, universidades y escuelas de negocio, entre otros sectores. Experiencia que ha sido de gran ayuda para comprobar de forma empírica lo que representa como futuro la nueva ciencia intangible de la información. Y así hoy registramos y procesamos anualmente veinte millones de mensaje de información en todo el mundo con el sistema que hemos desarrollado.

Contar esta historia es lo que me hizo escribir el libro citado Somos información. La nueva ciencia de lo intangible, que afortunadamente ha tenido un gran alcance y reconocimiento, como se recoge en la web publicada de la propia obra: somosinformacion.com

Y es lo que enlaza con tus otras interrogantes planteadas. No es que la comunicación se haya ido de las manos, es que la información desborda las mentes y a la propia sociedad. No sólo porque la masa de información aumenta, sino porque cada vez es más sofisticada y añade complejidad a su comprensión. Un dato relevante al respecto es que hoy la principal amenaza es la desinformación. La información codificada para establecer una apariencia real que distorsiona la realidad. O en términos más sencillos: para engañar.

Así se ha generado, por ejemplo, el buenismo. Haciendo creer que lo bueno es lo “políticamente correcto”, cuando es lo contrario, porque se trata de un alineamiento ideológico y social. Y como todo alineamiento, es una forma de totalitarismo.

Claro que la comunicación plantea más retos. En el tiempo que estamos desarrollando esta entrevista se han puesto en el mercado múltiples aplicaciones de información que cambia la vida de las personas, para bien y para mal. Y se producen innovaciones tecnológicas cada vez más avanzadas. La comunicación es solo un medio, lo importante es cómo la analizamos y utilizamos.

JMM – También te interesaste por la política.

AS – En mi caso el periodismo, desarrollar la nueva ciencia de la información, y la política, han formado partes de un todo. A mí me mueve el mundo de las ideas, la innovación y sobre todo la libertad como valor supremo, y con todos estos ingredientes… ¿cómo no voy a interesarme por la política, si además he estado más de dos décadas haciendo una crónica política diaria y semanal para más de una veintena de diarios, revistas, televisión y radio?

Fui delegado del Consejo de Europa en España durante cinco años como responsable de información, y los directivos de Estrasburgo dieron el visto bueno a mi informe sobre la libertad de televisión. Cuando en España seguía prohibida la televisión privada y prevalecía el monopolio de la televisión pública (años ochenta), lo presenté en Las Cortes, y los diputados socialistas que se sentaban más próximos me llamaron de todo menos bonito, mientras intervenía en la exposición de mi informe. Afortunadamente al poco tiempo se aprobó la televisión privada por el propio gobierno socialista de Felipe González y se acabó el monopolio.

Una década después, cuando el PP llegó al poder, me propuso como consejero de RTVE, y cuando pregunté por qué, me dijeron: “Aznar quiere que defiendas las ideas que has defendido siempre”. Cosa que hice. Y tuve la iniciativa de crear un Canal 24 horas que compitiese en español a nivel mundial, que fue aprobado y es el actual. Defendí el nuevo modelo de televisión digital que ampliaba la libertad del mercado televisivo, que fue aprobado. Y me opuse a que la delegación de RTVE fuese cedida al control de los nacionalistas de Convergencia y Unió, impidiendo que se formulase ni siquiera como propuesta. Eso entre otros episodios vividos en esa etapa.

Debo aclarar que nunca he sido miembro de un partido político, pero tampoco nunca he renunciado a defender mis ideas y principios liberales, y desde luego mi independencia de pensamiento. Y como confesión, permíteme añadir que ni el PP cuando me propuso para ser consejero de RTVE, ni en Madrid para ser miembro del Consejo Social de la Universidad Complutense en 2003, he tenido ninguna instrucción política o de gobierno. Siempre he actuado con total libertad e independencia, de acuerdo con mis ideas. Como en todos los medios de comunicación que he trabajado o sus directores, en la dictadura de Franco o en la democracia. Como ejemplo, recordaré de nuevo la entrevista que le hice al líder de la Internacional Socialista y ex canciller alemán, Willy Brandt, en Bonn, publicada en enero de 1976 por Blanco y Negro que dirigía Luis María Anson, cuando todavía en España, el líder socialista y amigo de Brandt, Felipe González, era conocido sólo por su apodo de la clandestinidad “Isidoro”. Ni quiera se habían celebrado las primeras elecciones democráticas.

La única excepción en este sentido sobre mi libertad e independencia me hizo renunciar a mi colaboración con La Vanguardia. Fue cuando el debate de los años ochenta sobre el referéndum de entrada o no de España en la OTAN. Porque por obvias influencias del gobierno socialista de entonces, los directivos del diario me sugirieron que en el tramo final de la campaña escribiese de otras cosas. A lo que me negué. Precisamente a mí, que siempre he sido un defensor de la OTAN, soy un veterano miembro de la Asociación Atlántica Española y además sabía que el propio gobierno socialista iba a entrar en la OTAN, como así ocurrió. Es bien sabido que llegó a ser secretario general de la OTAN, el ex-ministro socialista Javier Solana, quien en aquel entonces encabezaba las manifestaciones contra la entrada de España en la OTAN.

JMM – ¿Qué te parece eso que está tan de moda de la nueva política? ¿A qué atribuyes el revival del comunismo? ¿O lo que estamos viviendo es otra cosa?

AS – Lo importante de la nueva política es que cualquier versión de las ideologías totalitarias utilizan actualmente todos los sofisticados recursos de comunicación a su alcance para socavar la democracia liberal y los valores occidentales. Mientras que los que en teoría defienden los valores occidentales y de la libertad, no son capaces de hacerlo con la misma fuerza. Ni invierten lo necesario para ganar la batalla ideológica.

El comunismo está feliz porque no sólo ha logrado sobrevivir a la derrota y desaparición del imperio comunista de la URSS, sino que su teoría del post-marxismo, que es más marxismo-leninismo con una nueva careta, ha logrado hacer realidad su diseño de destruir la democracia liberal mediante la radicalización del sistema democrático para desvirtuarlo. Lo expusieron de manera meridiana los teóricos marxistas Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en su obra Hegemonía y estrategia socialista: hacia una radicalización de la democracia. Esa ha sido la referencia fundamental de lo que hoy es Podemos en España, como reconoce su propio líder, Pablo Iglesias, en sus escritos.

Los artículos que he publicado desde el año 2000 sobre esta estrategia de la izquierda que forma parte de un proceso radical han dado forma a la Guía del proyecto radical en España 2000-2016’, que tengo publicado en mi blog personal.

En este proceso el caso de España es especialmente importante, porque es el principal laboratorio estratégico elegido para socavar el orden democrático y de libertades del mundo occidental. Por ejemplo, uno de los objetivos es destruir la socialdemocracia para que el liderazgo de la izquierda esté en manos de los más radicales. Syriza lo ha conseguido en Grecia haciendo que el PASOK haya pasado de ser un partido de gobierno a tener sólo trece diputados, y es en lo que está su homólogo en España, Podemos, para arrebatar el liderazgo de la izquierda al PSOE. En muchos casos ya lo ha conseguido, como en Madrid, donde el PSOE ha pasado a ser la cuarta fuerza.

Pero lo que hace además de España un laboratorio estratégico de primer orden para el proyecto radical de la izquierda son sus componentes políticos y sociológicos. La confluencia de los terroristas de ETA, nacionalistas independentistas, comunistas, partidos anti-sistema, y una inmensa red de grupos de la izquierda radical operativos en sindicatos, universidades, ayuntamientos y otro tipo de instituciones. Todos ellos conectados entre sí, y que ocupan importantes parcelas de poder. Y si a eso se le añade que los principales grupos mediáticos les proporcionan diariamente unas audiencias millonarias, el resultado es el actual escenario español. Tengo un artículo sobre este asunto, El laboratorio radical español.

¿Cómo me va a extrañar que los regímenes totalitarios de Irán, Venezuela o Cuba hayan financiado y apoyado logísticamente este proceso en España, si lo vengo contando y analizando en mis artículos desde hace tantos años? Pero además hay otros grupos poderosos y países que lo hacen porque saben que con su objetivo de debilitar a España y destruir su sistema constitucional, debilitan a Europa y la OTAN. Y a su vez destruyen uno de los pilares de la religión católica en el mundo y en la historia, como es España.

Cuando estos partidos radicales lanzan mensajes y hacen campañas para que desaparezca la base estadounidense de Morón o que se rompan los acuerdos de España con la Santa Sede, no lo hacen por pose ideológica hacia sus bases, sino para que la sociedad española vaya haciéndose a la idea -digiera- este tipo de cambios. Y para que nos vayamos haciendo una idea al respecto de la importancia que esto tiene, hoy la base de la OTAN en Torrejón de Ardoz es la más importante junto a la de Ramstein en Alemania, y controla toda la zona estratégica del sur de Europa que llega a África y Oriente Medio. Lo que en la práctica es el día a día y segundo a segundo, en los que los profesionales de la armada a pocos kilómetros de Madrid se enfrentan y resuelven un millar de incidentes diarios que afectan a nuestra seguridad. Así lo pude comprobar personalmente en una reciente visita la base de Torrejón.

De ahí la importancia de lo que dejó escrito Karl Popper en su obra sobre los enemigos de la democracia que actúan desde dentro del sistema. Y por eso la gravedad e irresponsabilidad de la derecha española que no ha dado la batalla ideológica y de poder para combatir esta amenaza.