La Fura dels Baus canta Wagner en el Teatro Real

El buque fantasma del Holandés errante atracó de nuevo en el Teatro Real y, como era de esperar, no le faltó ni un ápice de la prosopopeya que le acompaña allí donde va, aunque sea en un lugar tan poco dado al alto voltaje lírico como la ribera del Manzanares. También hay que tener en cuenta que las pasiones desbordadas y la fe en la redención por el amor, aunque sea a cargo de un personaje al borde siempre de la alucinación como Senta y a costa del pobre –en todos los sentidos- Erik, casan mal con los espíritus postmodernos. Por eso la música, en algún momento tan prosaica como una canción de cervecería, sigue exigiendo un esfuerzo por revivir la desmesura romántica.

 

Hasta esas alturas se alzó la magnífica Senta de Ingela Brimberg, soprano con voz ancha, segura, limpia, muy expresiva aunque le falte –es un pero secundario- algo de la fragilidad que padece su personaje. Fue la gran triunfadora de la velada. Muy bien el bajo Kwangchul Youn, habitual ya del Real, en su papel de Daland, que requiere una voz potente, pero también capacidad para expresar pasiones nada heroicas como la codicia. El Holandés del barítono Evgeny Nikitin tiene presencia escénica y un material vocal hermoso, aunque se queda un poco corto, sobre todo por los graves y también en el volumen y la proyección, para un personaje que debe hacerse con el teatro nada más aparecer en escena. (…)

Seguir leyendo en Ópera Actual, 17-12-16